Tu primer portafolio de inversión: ejemplos

Si quieres comenzar a invertir de manera estructurada y estratégica, necesitarás crear un portafolio que se ajuste a tus objetivos y tolerancia al riesgo.

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Por eso en esta clase te compartiremos tres tipos de portafolios con algunos ejemplos de los instrumentos o activos que puedes considerar para cada caso.

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Importante: los siguientes ejemplos de portafolios de inversión son única y exclusivamente una referencia y no deben ser tomados como modelos a seguir ni como garantía de éxito.

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Portafolio conservador: activos y ejemplos

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Si tu prioridad es conservar tu capital y asumir el menor riesgo posible con tus inversiones, este tipo de portafolio podría ser el más adecuado para ti.

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¿Qué tipo de inversiones deberías considerar? Mayoritariamente, instrumentos regulados y de renta fija como bonos del gobierno y depósitos a plazo fijo.

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Algunos ejemplos de bonos del gobierno son los Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes), Bonddia, Bondes y Udibonos.

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Por su parte, algunos ejemplos de depósito a plazo son los pagarés, tanto de bancos como de Sociedades Financieras Populares (Sofipos).

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Portafolio agresivo: activos y ejemplos

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Si tu prioridad es buscar el máximo rendimiento posible sin importar que tengas que asumir grandes riesgos, este podría ser el portafolio ideal para ti.

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En este caso, la mayoría de las inversiones que deberías considerar son las de renta variable, es decir, acciones, ETFs, divisas, fibras, etcétera.

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Cabe señalar que un portafolio de corte arriesgado también puede integrar activos no regulados en su totalidad como la criptomonedas, por ejemplo.

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Ahora bien, esto no quiere decir que no puedes agregar instrumentos conservadores, sino que la representatividad de esta clase de activos en tu portafolio será menor.

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Portafolio equilibrado: activos y ejemplos

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Si tu prioridad es conseguir el mejor balance entre rentabilidad y riesgo, este podría ser el portafolio más adecuado para ti.

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¿Qué tipo de inversiones deberías considerar? En este caso podrías incluir una combinación de instrumentos de renta fija y de renta variable.

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Eso sí, dicha combinación deberá ser equitativa, tanto en términos de volumen como en la cantidad del capital que destinas para cada tipo de activo.

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